La producción china está cambiando. Poco a poco, sus marcas comerciales se han vuelto conocidas y con ello la política del país respecto a su anverso, las falsificaciones. Este año ha entrado en vigor la nueva legislación en China contra la venta de productos falsificados a través de internet. Con esta normativa, el Gobierno chino pretende ampliar la responsabilidad del delito de falsificación a las plataformas online que comercialicen este tipo de artículos. Por ejemplo, si se descubre que un vendedor está vendiendo mercancías falsificadas a través Aliexpress, tanto la plataforma como el vendedor deberán responder antes las autoridades. Hasta ahora los únicos responsables eran los vendedores independientes, pero según la nueva ley «el operador de la plataforma se convierte en imputable si sabe o debería saber que un vendedor en su sitio ha infringido los derechos de propiedad intelectual y no toma acciones como borrar, bloquear enlaces o detener transacciones.
Las multas para las plataformas online serán de hasta 2 millones de yuanes, equivalentes a unos 255.000 euros. Aunque Aliexpress alcanzó una facturación de 25.000 el día de los solteros (el 11 de noviembre) este año, según ha informado el Gobierno chino, las sanciones siempre serán superiores al beneficio obtenido por la venta individual de estos productos.