La industria del juguete es estacional. En España este fenómeno se acentúa acumulando más del 47 por ciento de las ventas en diciembre, la cifra más alta de Europa. Una de las pocas maneras que tienen las marcas jugueteras para romper esta dinámica de consumo es utilizando las licencias. Los juguetes basados en personajes famosos añaden un atractivo durante el resto del año y, sobre todo, empujan a los padres a adelantar sus comprar. Según Fernando Pérez, director general de la consultora NPD Group en España, el mal arranque de la temporada (caídas de las ventas todas las semanas en octubre y noviembre, una bajada en el Black Friday del 13 por ciento respecto a 2016) se ha debido a «la falta de licencias fuertes». Si en los dos últimos años el sector se pudo aprovechar del empuje de grandes licencias como La Patrulla Canina o Star Wars, el pasado 2017 no contó con estimuladores del consumo comparables. De hecho, en la lista de juguetes más vendidos en noviembre, siete de los 10 productos son muñecas, el área de negocio que más creció en ausencia de una licencia potente.
Las muñecas en España
España es el país de Europa donde proporcionalmente más muñecas se venden. En España las muñecas alcanzan una cuota de mercado del 16 por ciento del total, mientras que en el resto de países europeos oscila entre el 7 y el 12 por ciento, según los últimos datos de NPD Group.
El arraigo de la muñeca en España está marcado por la tradición juguetera del Levante español, que desde los años sesenta diseña y fabrica muñecas de gran calidad y que ya forman parte de la memoria de los padres.