Las ventajas del pequeño minorista tras la crisis del covid-19

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Quedan apenas una semana para que las tiendas puedan abrir nuevamente sus puertas, poniendo fin a casi dos meses de cierre forzado por el estado de alarma activado para luchar contra el nuevo coronavirus. Según el plan de desescalada presentado por el Gobierno español, el comercio minorista (menos de 400 metros cuadrados) podrá levantar la persiana el próximo 11 de mayo «bajo condiciones estrictas de seguridad» y con un aforo limitado al 30 por ciento. No obstante, ya desde el 4 de mayo los establecimientos comerciales podrán atender a sus clientes de manera individualizada bajo cita previa y observando las medidas necesarias que garanticen «el máximo de protección personal». En una fase posterior, prevista para el 25 de mayo, les llegará el turno a las grandes superficies comerciales, aunque no se podrá hacer uso de las zonas comunes de los grandes centros y su capacidad se limitará al 40 por ciento.

Por lo pronto, los minoristas no solo abrirán 15 días antes que las grandes cadenas de distribución, sino que también saldrán de la cuarentena con otra ventaja competitiva: el consumidor considera que los pequeños establecimientos son más seguros que los centros comerciales. Esta conclusión viene apoyada por la encuesta First Insight, realizada en los Estados Unidos a finales de abril, la cual asegura que el 45 por ciento de los consumidores cree que su salud está menos amenazada comprando en pequeñas tiendas frente al 33 por ciento que confía más en las grandes superficies comerciales.

Los minoristas no solo abrirán 15 días antes que las grandes cadenas de distribución, sino que también saldrán de la cuarentena con otra ventaja competitiva: el consumidor considera que los pequeños establecimientos son más seguros que los centros comerciales

Esta misma encuesta también da ciertas claves que pueden ayudar a los vendedores a adaptar sus locales a las nuevas medidas de seguridad. Por ejemplo, el 80 por ciento de los preguntados prefiere usar sus propias máscaras faciales y el 70 por ciento se decanta por usar sus propios guantes en lugar de las máscaras o guantes proporcionados por el minorista cuando compra en la tienda. La encuesta señala, además, que, por sexos, los hombres perciben menos peligroso para su salud que las mujeres el acudir a los establecimientos comerciales, y, de hecho, son ellos los que realizan mayoritariamente las compras. «Las tiendas de productos no esenciales se enfrentan al gran reto de inspirar confianza y seguridad, y los pequeños minoristas deben ir más allá a parte de ofrecer guantes o máscaras en las entradas de los establecimientos», explican los responsables de First Insight. «Por ejemplo, es probable que los minoristas deban considerar la posibilidad de ajustar su inventario a un comprador predominantemente masculino», aconsejan.

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