Calzado y textil protestan por los ataques a su comercio en Black Friday

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La celebración este año del viernes de descuentos Black Friday ha desencadenado un inesperado enfrentamiento entre los sectores del ocio y del comercio de moda. Todo empezó cuando la aerolínea EasyJet lanzó la campaña «Este Black Friday: menos ropa, más Europa», animando a sus clientes a volar a cualquier ciudad europea por el mismo precio que cuesta una camiseta. La respuesta del sector textil no se hizo esperar, y las principales patronales del sector, como la Asociación Nacional Grandes de Empresas de Distribución (Anged), la Asociación de Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex) o la Confederación de Empresas de la Moda de España (ModaEspaña), denunciaron lo que consideran «un ataque al sector textil aconsejando a los consumidores no comprar ropa».

Como el sector textil, el del calzado también se ha sentido ofendido por la estrategia publicitaria de cara al Black Friday de este año llevada a cabo por PortAventura. En esta ocasión, bajo el lema «Menos cosas, más emociones», el parque de atracciones de Tarragona pregunta a los consumidores si «de verdad necesitan otros zapatos», dando a entender que es preferible que inviertan su dinero en disfrutar de sus montañas rusas antes antes que comprando otro par de zapatos. Como era previsible, la recientemente creada Asociación Nacional Comercio Calzado (ANCC) ha protestado por lo que opina es «un ataque directo contra un sector ajeno a su competencia», y les recuerda que «el ocio y el calzado son compatibles y no excluyentes como parecen hacer creer». Además, recuerda la asociación nacional de zapaterías, «el calzado representa una parte muy importante del PIB nacional, solamente el comercio minorista supera los 3.000 millones de euros en volumen de negocio, contando con casi 9.000 establecimientos abiertos al público y dando empleo a más de 50.000 personas». Asimismo, la Confederación de Comercio Especializado de Madrid (Cocem) ha exigido a los responsables del parque de atracciones que rectifiquen, y les preguntan «¿de verdad necesitáis atacar a los comerciantes para sobrevivir?».

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